EE.UU. propone normas de eficiencia energética para bombillas que proveen ahorros anuales de $12,5 mil millones a los consumidores

Las nuevas normas de eficiencia energética para las bombillas propuestas por el Departamento de Energía de Estados Unidos (DOE, por sus siglas en inglés), el 12 de febrero concluirán la eliminación gradual de las ineficientes bombillas incandescentes requerida por una ley que fue apoyada por la industria y aprobada por un Congreso bipartidista en 2007. Una vez que todos los aproximadamente 4 mil millones de casquillos de iluminación de Estados Unidos cuenten con bombillas de bajo consumo que cumplan con las normas, los consumidores y comercios estadounidenses se ahorrarán aproximadamente $12,5 mil millones todos los años - y disfrutarán de un aire más limpio y de un medio ambiente más sano.

Dado que es probable que las nuevas bombillas utilicen una quinta parte de la energía de las anticuadas bombillas incandescentes para emitir la misma cantidad de luz, las ventajas de terminar la segunda etapa de esta transición que comenzó en 2012 son numerosas. En conjunto, las normas de 2012 y 2020 nos brindan estos beneficios:

  • Le ahorrarán a la familia promedio casi $100 anuales (en una ciudad como Nueva York, los residentes colectivamente verán una reducción en sus cuentas eléctricas de más de mil millones de dólares al año);
  • Traerán ahorros anuales en electricidad que serán lo suficientemente grandes como para proporcionarles energía a todos los hogares de Texas;
  • Ahorrarán electricidad equivalente a la proporcionada por 30 centrales eléctricas; y
  • Evitarán millones de toneladas de contaminación por carbono relacionada con que perjudica la salud e impulsa el peligroso cambio climático.

Las normas que se anunciaron hoy no entrarían en vigor a nivel nacional hasta 2020, lo que le brindó a la industria 13 años para prepararse, aunque ya se ha visto un progreso notable en la tecnología de iluminación. De hecho, hoy en día se pueden encontrar en las tiendas muchos modelos de bombillas LED (diodos emisores de luz) de bajo consumo que ya cumplen con los nuevos requisitos de ahorro energético.

Las normas propuestas establecen dos niveles de eficiencia para las nuevas bombillas. A partir de 2020, las bombillas incandescentes deberán generar 45 lúmenes por vatio, como lo requiere el Congreso en virtud de la ley de 2007, mientras que todas las demás bombillas - entre ellas las bombillas LED y las fluorescentes compactas (CFL, por sus siglas en inglés) - deberán cumplir con un nivel más alto de eficiencia. (Los lúmenes se refieren a la cantidad de luz que una bombilla emite, y los vatios a la electricidad que consume.)

Aunque las normas anunciadas hoy dejan abierto el camino para que un fabricante reinvente la antigua bombilla incandescente de 125 años para cumplir con las normas propuestas, eso es poco probable, ya que los fabricantes de iluminación han enfocado sus investigaciones, creaciones e inversiones en las bombillas LED debido a su eficiencia superior, larga vida y excelente rendimiento. Como resultado de las normas, es probable que las nuevas bombillas que reemplacen a las antiguas bombillas de 100 vatios sean LED y utilicen aproximadamente 20 vatios mientras emiten la misma cantidad de luz. ¡Eso representa un gran adelanto!

Aunque, en la actualidad, las bombillas LED se utilizan en un pequeño porcentaje de los casquillos de iluminación de la nación, es probable que, en un futuro, se utilicen en la mayoría, debido a su creciente popularidad y a los adelantos tecnológicos inspirados por las normas. Las bombillas LED utilizan aproximadamente la quinta parte de la energía de las antiguas bombillas incandescentes, y duran hasta 25 años con operación normal de tres horas diarias. Los consumidores pueden conseguir repuestos apropiados para todas las bombillas que conllevan un consumo energético derrochador en sus hogares, ya que las bombillas LED vienen en todas las formas e intensidades luminosas imaginables.

Hoy en día, las bombillas LED cuestan solo unos cuantos dólares más que la equivalente opción incandescente. Pero son extremadamente rentables, ya que utilizar una bombilla LED podría ahorrar entre $50 y $150 en cuentas eléctricas durante el transcurso de su duración, según su intensidad luminosa y las tarifas eléctricas locales. Por lo general, las bombillas LED brindan suficientes ahorros durante el primer año para compensar su precio de venta más alto - y luego brindan un "dividendo energético" de aproximadamente $5 al año de ahí en adelante.

¿Por qué se necesitan normas? Como hemos visto en repetidas ocasiones, las normas nacionales de eficiencia energética garantizan que los productos que se venden en Estados Unidos no utilicen demasiada energía. Al igual que tenemos normas que fijan un mínimo nivel de eficiencia para todos los principales electrodomésticos en nuestras casas y en los autos que conducimos, también las necesitamos para las bombillas de uso diario en el hogar. De hecho, la familia promedio estadounidense ahorra cientos de dólares en su cuenta eléctrica anual gracias a las actuales normas federales para los electrodomésticos y equipos.

A pesar de la mayor eficiencia energética que brindan las bombillas LED, las halógenas incandescentes (las modificadas bombillas incandescentes que se introdujeron para cumplir con la primera fase de las normas que entraron en vigor entre 2012 y 2014) aún representan aproximadamente un 50 por ciento de los recientes envíos de bombillas nuevas a detallistas estadounidenses. Muchos consumidores siguen comprándolas debido a que se sienten familiarizados con el producto, a la fuerte promoción por parte de los detallistas y fabricantes, y a que su precio es más bajo. Sin embargo, las normas fijan limitaciones que sacan del mercado a los productos más ineficientes, ayudándonos a lograr mayores ahorros y reducciones de emisiones.

La industria se ha preparado y ahora tenemos más opciones a la hora de escoger bombillas que nunca antes: Una visita a Home Depot, a WalMart o a la ferretería local mostrará la gran variedad de bombillas LED que ya cumplen con las normas propuestas. Estas bombillas están hechas por tradicionales empresas de iluminación como GE, Philips y Osram, así como también por nuevas pioneras con nombres menos conocidos como Cree, Feit, TCP y Lighting Sciences Group. Se están llevando a cabo transiciones similares en los 28 países de la Unión Europea donde se eliminarán las lámparas incandescentes y halógenas a mediados de 2018, año y medio antes que aquí.

La iluminación de bajo consumo está creando un gran número de empleos en Estados Unidos: Se han creado miles de empleos en Estados Unidos para diseñar, probar y producir la próxima generación de bombillas de bajo consumo. Entre estos se encuentran: a) las instalaciones de Cree, en Raleigh, Carolina del Norte, para diseñar y fabricar piezas y bombillas LED; b) la central Lumileds de Philips, en San José, California, que fabrica LED para las bombillas y los focos de los autos; y c) las instalaciones de Lighting Science Group, en Juno, Florida, que produce bombillas LED para Home Depot y otros detallistas.

El Departamento de Energía presentó una buena propuesta, pero debemos librarnos de la cláusula Burgess para garantizar los ahorros: El representante Michael Burgess, R-TX, logró agregarle una sección a la ley de presupuesto federal que prohíbe que el DOE utilice fondos para hacer cumplir las normas de eficiencia para las bombillas. Esto deja abierto el camino para que fabricantes extranjeros introduzcan versiones ineficientes y baratas de estas bombillas, arriesgando los ahorros y las ventajas medioambientales, así como también los empleos estadounidenses para diseñar y crear bombillas eficientes. La motivación de un fabricante inescrupuloso por importar bombillas que no cumplan con las normas crecerá cuando las nuevas normas entren en vigor en 2020. La cláusula no se debe renovar para que podamos asegurarnos de que el DOE tenga las herramientas necesarias para hacer cumplir estas normas fundamentales.

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