Nueva York logra hogares cómodos, más empleos y menos gastos

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Los hogares multifamiliares—desde edificios de departamentos hasta casas duplex—son sinónimos de la Ciudad de Nueva York, casi igual que lo son el Puente de Brooklyn o una rebanada de pizza. Este tipo de construcciones son donde más residentes de la ciudad viven, incluso tal vez más que en ningún lugar del país,

Desafortunadamente, es difícil que muchos otros edificios viejos alcancen los estándares modernos de calefacción y refrigeración de eficiencia energética—y eso significa que los costos de energía son más altos de lo que necesitan ser. Muy a menudo, estos edificios más viejos son los hogares de los residentes menos pudientes, y los dueños carecen de los recursos para climatizarlos y hacer las mejoras de eficiencia energética. En adición a reducir las facturas de energía, estas mejoras pueden hacer a las casas más sanas y más cómodas—desde proveer calefacción confiable y agua caliente, hasta reducir el monto de aceite necesario para calentar la casa y/o darle a los residentes control de su propio termostato.

Afortunadamente, existen programas de fondos federales de energía para personas de bajos ingresos administrados por los estados, que se ejecutan por las agencias locales y que están proveyendo asistencia crítica. Sin embargo, los fondos para programas como este están actualmente en riesgo. Los tomadores de decisiones necesitan entender el impacto que recortar estos fondos significaría para la gente real que depende de los beneficios económicos, de salud y de calidad de vida que éstos ofrecen.

Por ejemplo, el Programa de Asistencia de Aclimatación que se ejecuta por la Corporación de Mejora del Norte de Manhattan, que ha sido fundamental en proveer mejoras a los edificios, mismas que han marcado una diferencia en el cambio de vida para los residentes.

El programa ayudó a reparar un calentador en una cooperativa de bajos ingresos en Harlem, donde los inquilinos—muchos de los cuales habían vivido ahí durante décadas—sufrían por carecer de calefacción confiable y agua caliente, especialmente durante los meses severos de invierno. Tal como lo describe Angela Gilltrap, miembro del consejo de la cooperativa: “Nunca puedes subestimar la alegría por tener agua caliente hasta que no la tienes”. El programa de aclimatación apoyó con mejoras significativas al edificio, incluyendo un calentador de eficiencia energética, luces LED a lo largo del edificio, nuevos aislantes e incluso ventanas de alta tecnología para ayudar a mantener los departamentos calientes.

Escucha sobre los residentes de Harlem cuyas vidas han cambiado después de que su edificio recibió mejoras de eficiencia energética:

No solamente son los inquilinos quienes sienten el calor de estas mejoras de eficiencia energética, sino que también los contratistas que hacen las instalaciones. Como lo expresa el soldador Othniel Clemmings, es acerca de “saber que la gente en el edificio cuenta con calefacción y sabemos que están satisfechos o que ya están cómodos, lo que te hace sentir orgulloso de tu trabajo”.

Mira a los contratistas discutir el trabajo que están haciendo gracias a este programa de eficiencia energética:

Los proveedores del Programa Local de Asistencia de Climatización están reduciendo las facturas de energía, creando trabajos y ayudando a asegurar que todos los Neoyorquinos puedan vivir segura y cómodamente en su ciudad, sin importar el clima. Nuestros líderes en Washington no deben abandonar las familias de bajos ingresos—en la Ciudad de Nueva York y alrededor del país, afuera en el frío.  

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