Si usted es de las personas que valora el aire que respira, tendrá una razón totalmente nueva para estar agradecido.
Cada día, decenas de millones de estadounidenses se benefician de los esfuerzos de la Agencia de Protección Ambiental de los EE.UU. para reducir la contaminación del aire. Y eso incluye los recientes reajustes en las normas que evitarán decenas de miles de muertes prematuras y cientos de miles ataques de asma.
Por eso estamos agradecidos que la EPA (por sus siglas en inglés) adopto normas más estrictas que protegerán nuestra salud mediante la reducción de la contaminación tóxica y la contaminación de las plantas de energía. Aquí les compartimos algunas historias de otros estadounidenses que también aprecian estas nuevas normas.
Muchos de ellos han padecido de asma y han sido expuestos al aire contaminado a la vez. Por eso están agradeciéndole al Presidente Obama su apoyo por estas normas y pidiéndole que las mantenga en pie y que siga apoyando mayores protecciones a nuestra salud.
En este video, Eileen y su hijo Daniel, de Pittsburgh, Pennsylvania, muestran letreros de “gracias”. Daniel, de doce años de edad, casi se muere de un ataque de asma. Eileen describió el momento "su pecho quería respirar con tanta fuerza pero ni siquiera estaba soplado". Medicamentos diarios ayudan a controlar el asma de Daniel, pero éstos son tan costosos que la familia ha tenido que modificar en gran medida su estilo de vida para pagarlos. Eileen tiene que mantener las ventanas de su casa cerradas la mayoría de los días calurosos debido a la mala calidad del aire y su impacto en los pulmones de Daniel.
Muchas familias que luchan con asma son sensibles al efecto que la contaminación del aire tiene en su salud. Entre ellos están Kim y Julius quienes viven en Detroit, Michigan, con sus tres hijos. Uno de ellos, Julius Jr. tiene asma. Durante un viaje de su escuela en tercer grado, Julius Jr. sufrió un severo ataque de asma y tuvo que ser trasladado a la sala de emergencia. Cuando la familia llegó al hospital, el médico les informó que había muchos otros niños que recibían tratamiento para los ataques de asma a causa de un " día con aire sucio."
La historia de Julius demuestra que el asma es más que un simple estado de salud. Los padres, hermanos-familias enteras - llevan la carga de constante ansiedad y estrés que acompañan sus vidas luchando contra el asma y días por “mal aire”
La carga financiera a consecuencia del asma es algo que hay que tener muy en cuenta a la vez. Amy, una agente de viajes de Detroit, Michigan, y su hijo de 10 años de edad, madre y abuela sufren de asma. Su abuela murió con un nebulizador en la mano. Su madre ha tenido cáncer de mama, cáncer de riñón y linfoma, y los venció a todos, pero como Amy dice: "Es el asma que la está matando." Amy gasta entre $ 10,000-15,000 al año de su bolsillo en medicamentos y tratamientos para el asma.
Elaine, una trabajadora de servicios sociales en Pittsburgh, Pennsylvania, observa el asma rampante en los niños de su comunidad y muy pocos son los que pueden pagar los medicamentos necesarios. Elaine es la madre de un hijo adolescente con autismo y otro de 12 años de edad, Chandler, que tiene asma debilitante. Elaine y su esposo han pasado períodos de tiempo en los cuales tienen que correr con Chandler a la sala de emergencias cada tres semanas. Chandler dice: "Es como tratar de respirar a través de una cánula que está cerrada."
Usted puede ver y leer más sobre cada una de estas familias y sus experiencias aquí. NRDC está profundamente agradecido con cada una de estas familias por compartir sus historias y ayudarnos a poner un rostro a los millones de personas que luchan con el asma y el aire sucio.