Pese a las objeciones de la industria petrolera, EE. UU. establece nuevas normas de contaminación de la gasolina y las emisiones del tubo de escape

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Cuando trabajaba para la Ciudad de Nueva York, a menudo le preguntaba a la gente sobre qué consideraban como el peor problema ambiental. Muchos contestaban que era la contaminación del tubo de escape. Las emisiones del tubo de escape de los coches y camiones nos parecían particularmente ofensivas porque, al encaminar a nuestros hijos a la escuela, los tubos de escape parecían  soltar humo negro sólo al nivel de las cabezas de nuestros hijos.

Ahora nuestros coches y camiones son más limpios, pero las emisiones del tubo de escape de los vehículos siguen siendo una fuente importante de contaminación del aire, responsable de hasta el 45 por ciento de la producción de hollín y smog en muchas zonas del país. La contaminación del aire sigue enviando a miles de niños y adultos a las salas de emergencias cada año con ataques de asma o dificultades para respirar y hace faltar a la escuela o trabajo a cientos de miles más; también puede reducir la vida de las personas con problemas cardíacos o pulmonares. La última serie de normas que rigen el tubo de escape y la gasolina limpia anunciadas este 3 de marzo por la EPA ayudará a reducir el smog y hollín, limpiará el aire para millones de estadounidenses, salvará miles de vidas y ahorrará hasta $ 19 mil millones en costos de salud cada año.

Emisiones del tubo de escape de un coche viejo (www.theenvironmentalblog.org, via Flickr)

Los nuevos estándares de la EPA reducirán la cantidad de azufre en la gasolina por dos terceras partes. Esto tendrá un impacto inmediato en la calidad del aire. El azufre, además de ser una fuente de contaminación del aire, se acumula en el sistema de escape de los vehículos y estropea el control de las emisiones. Cuando todos los vehículos de gasolina en la carretera utilicen gasolina baja en azufre, estos emitirán menos contaminantes, incluso los vehículos más antiguos. Se espera una reducción en la contaminación que causa el smog de 260,000 toneladas en 2018, un año después de que las nuevas normas entren en vigor, lo que equivale a la sustitución de aproximadamente 30 millones de los automóviles actuales con vehículos de cero emisiones.

Con menos azufre en el combustible, los fabricantes pueden progresar con motores más limpios y sistemas de escape optimizados para utilizar gasolina más limpia. Los vehículos fabricados desde 2017 en delante producirán un 80 por ciento menos contaminación que contribuye al smog y 70 por ciento menos partículas de contaminación u hollín que los coches que son construidos bajo las normas vigentes en la actualidad. El hollín es un contaminante especialmente nocivo, ya que las partículas pequeñas pueden alojarse en lo profundo de los pulmones o incluso entrar en el torrente sanguíneo. El hollín se ha vinculado con la muerte prematura, los ataques cardíacos, la intensificación del asma entre otros problemas del corazón y de los pulmones.

El público estadounidense apoya las nuevas normas que evitarán, de acuerdo con estimaciones de la EPA, unas 2,000 muertes prematuras cada año, así como miles de visitas al hospital y 1.4 millones de días de trabajo perdidos, ausencias escolares o actividades restringidas. En 2030, estas normas les ahorrarán a los estadounidenses de $ 6.7 mil millones a $ 19 mil millones en costos de salud cada año. El coste adicional de gasolina más limpia será menos de un centavo por galón.

Los fabricantes de automóviles, con ímpetus de seguir adelante con tecnologías que produzcan automóviles más limpios, apoyan los nuevos estándares. La industria petrolera, sin embargo, ha obstaculizado  estas normas protestando que implementarlas sería prohibitivo. Pero el análisis de la EPA, e incluso el de algunos analistas de la industria petrolera, mostró que sus números no cuadran.

La industria petrolera expresó preocupaciones similares acerca de anteriores reducciones de azufre que fueron logradas con éxito, además de haberse opuesto a la eliminación del plomo en la gasolina, causa que NRDC apoyó desde la década de 1970. Las normas de plomo  que NRDC ayudó a implementar por todo Estados Unidos y luego trabajó por expandir a nivel internacional, han librado, de manera efectiva, al mundo entero del plomo en la gasolina, resultando en una notable caída del 90 por ciento en los niveles de plomo en la sangre a nivel mundial y un estimado $ 2.4 mil millones anuales en beneficios sociales, económicos y de salud. Esta es realmente una sorprendente victoria para la salud pública, lograda a una fracción del costo que la industria aseguraba.

Al igual que la eliminación del plomo de la gasolina, la reducción de azufre y de las emisiones del tubo de escape es una victoria importante para el aire limpio y la salud pública. Limpiar el aire de la contaminación que daña el pulmón salvará miles de vidas. Esto se traduce en menos viajes a la sala de urgencias con ataques de asma agudo o latidos irregulares del corazón y menos días cuando los niños asmáticos tienen que evitar salir a jugar afuera. Estas son normas que protegerán la salud, ahorrarán dinero y producirán beneficios reales para los millones de estadounidenses que pueden contar con respirar un aire más limpio en el futuro.

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