La Iniciativa Regional sobre Gas Invernadero: un modelo para la nación

RGGI funciona: reduce la contaminación, mejora la salud, crea empleos, y fortalece la economía de los estados participantes y la región entera. ¡Vamos por más!

La Iniciativa Regional sobre Gas Invernadero (RGGI, por sus siglas en inglés y apodada “Reggie”) es un programa innovador basado en el mercado para reducir la contaminación de carbono que trastorna el clima y que emanan las centrales eléctricas en 11 estados del noreste y centro atlántico: Connecticut, Delaware, Maine, Maryland, Massachusetts, Nuevo Hampshire, Nueva Jersey, Nueva York, Rhode Island, Vermont, y Virginia. 

Desde su lanzamiento en 2009, RGGI le ha ahorrado cientos de millones de dólares en energía a los consumidores, con miles de millones por ahorrar; ha creado miles de empleos; y ha mejorado la salud pública mientras ayuda a reducir la contaminación de carbono de las centrales eléctricas de la región a la mitad. El bien documentado éxito de RGGI demuestra como enfoques de mercado con flexibilidad para reducir emisiones de las centrales nos beneficia a todos. El programa es un modelo para otros estados y regiones que quieren obtener beneficios económicos, sociales, y de salud mientras hacen la transición hacia la energía limpia necesaria para superar la crisis climática. Debido a que los estados que participan en RGGI acordaron continuar la reducción de la contaminación de carbono hasta por lo menos 2030, los beneficios del programa continuaran por años.

Respaldados por el éxito del programa, un creciente número de estados participan en RGGI. En años recientes, Nueva Jersey y Virginia se unieron al mercado de RGGI, y Pensilvania y Carolina del Norte están considerando unirse como el estado 12 y 13 respectivamente. Mientras más se expande RGGI, más crece tanto su impacto en reducir la contaminación de carbono como los beneficios que provee alrededor de la región.

Por medio de un proceso de evaluación periódica que incluye una revisión técnica, económica, política, y de las partes interesadas, los estados que participan en RGGI asimismo continúan mejorando y actualizando sus programas. Las evaluaciones previas del programa resultaron en compromisos para reducir emisiones de carbono más ambiciosos, entre otras mejoras.

Como Trabaja RGGI

RGGI es un programa que limita la contaminación e invierte las ganancias. En conjunto, los estados que participan en RGGI fijan un límite regional exigible sobre la cantidad de contaminación de carbono permitida y vende licencias de contaminación hasta alcanzar dicho limite por medio de subastas trimestrales. El diseño de RGGI requiere que las grandes centrales a combustibles fósiles compren estos pases, reduciendo el número de pases cada año de tal modo que las centrales de la región vayan reduciendo las emisiones que contribuyen al calentamiento global paulatinamente. Las ganancias de la subasta se utilizan para generar beneficios económicos a nivel local y regional, tales como la inversión en negocios locales que proveen empleos a sus residentes, climatización de viviendas, mejoras a los sistemas de calefacción y aire acondicionado, y energía limpia y renovable. 

Los Resultados de RGGI

RGGI reduce la contaminación y mejora la salud

Por diseño, RGGI redujo las emisiones de carbono de la región. De hecho, desde el comienzo del programa, RGGI ayudó a reducir la contaminación de carbono de las centrales eléctricas a la mitad. Las decisiones sagaces tomadas por los estados en RGGI significa que la contaminación seguirá en disminución: según lo programado, la contaminación se reducirá en un 3 por ciento al año hasta 2030. RGGI es también responsable por las reducciones de otros contaminantes peligrosos que emiten las chimeneas de las centrales eléctricas junto al carbono. Estos contaminantes (mercurio, dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno, y materia particulada) están relacionados con impactos a la salud, que incluyen: los retrasos en el desarrollo, ataques cardíacos, ataques de asma entre otras enfermedades respiratorias y hasta el cáncer.

Un análisis de 2017 de los primeros seis años de RGGI encontró que el programa logró beneficios a la salud valorados en $5.7 mil millones. Una investigación reciente indicó que los beneficios a la salud de RGGI son aún mayores, incluyendo beneficios a la salud de los niños como resultado de las reducciones de la contaminación por partículas, tales como: reducciones en asma infantil, nacimientos prematuros, casos de bajo peso al nacer y trastornos del espectro autista.

La creación de empleos del programa fortalece la economía

El ciclo de beneficios generados por la reducción de carbono debido a RGGI no solo favorece al medio ambiente y a nuestra salud. RGGI también es responsable por la creación de 45,000 años de trabajo (un año de trabajo equivale a un año de empleo a tiempo completo para una persona) en toda la región desde el lanzamiento del programa y la adición de alrededor de $4 mil millones en valor económico a la región. Mientras tanto, la economía de los estados en RGGI ha crecido un 31 por ciento más rápido que la de estados fuera de RGGI, aun cuando los estados en RGGI han reducido la contaminación de carbono de las centrales eléctricas a doble paso que el resto de la nación.

RGGI reduce las cuentas eléctricas

Gracias a las medidas de eficiencia y los ahorros en proyectos de energía renovable que RGGI puso en marcha, los consumidores de la región ya han ahorrado más de $1.2 mil millones de dólares en cuentas eléctricas hasta la fecha y eventualmente ahorraran más de $13 mil millones en energía durante la vida útil de las medidas financiadas por RGGI. En los primeros nueve años de RGGI, los precios por la electricidad de la región bajaron un 5.7 por ciento, aun cuando los precios subieron un promedio de 8.6 por ciento en otros estados. Hasta los consumidores que no participaron en programas de eficiencia energética se vieron beneficiados porque los participantes redujeron la demanda en total, lo cual reduce el precio de la electricidad en el mercado para todos.

Virginia, el participante más reciente en RGGI, se ha comprometido en garantizar la equidad en sus inversiones de ahorro al consumidor al dedicar la mitad de los ingresos de RGGI para inversiones en programas de eficiencia energética para personas de bajos ingresos en el estado. Estas inversiones se proyectan alcanzarán más de los $500 millones en la próxima década y reducirán la carga energética para las familias con dificultades, y mejorarán su salud y vida.

Un Modelo Que Funciona

Inspirado en un exitoso programa de control de lluvia ácida desarrollada bajo el gobierno del presidente George H.W. Bush y lanzado por un grupo de gobernadores bipartidistas, RGGI ha tenido amplio respaldo a lo largo de su historia. Con antecedentes comprobados, RGGI es un ejemplo importante de como los estados y regiones pueden impulsar una gama de beneficios económicos, sociales, y de salud. Mientras ayuda a la economía de los estados y regiones a abandonar los combustibles fósiles sucios, los precios erráticos de la energía, y las centrales eléctricas anticuadas y encaminarlas hacia tecnologías limpias y a la innovación, RGGI fomenta la creación de empleos, reduce las cuentas eléctricas, y ayuda a crecer la competitividad de los negocios de EE. UU. en la economía mundial.

Mientras otros estados aprenden del ejemplo de RGGI, este continúa aprovechando su éxito. Por medio del proceso de evaluación periódica de los programas públicos, un sello de distinción del programa, los estados continúan la revisión y mejora del programa. A fines de 2017, los estados en RGGI completaron exitosamente su segunda evaluación del programa multianual, y se comprometieron a lograr reducciones adicionales de contaminación de carbono hasta el año 2030, además de optimar el programa para obtener mayores beneficios para los consumidores, la economía y el ambiente de la región. En 2021, los estados en RGGI harán una tercera evaluación del programa brindando una nueva oportunidad para colaborar con las partes interesadas y continuar mejorando el programa.

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