Las tortugas, las ballenas y nosotros

Escrito por Julie Packard

Las tortugas marinas han surcado nuestros océanos desde los días del dinosaurio. A partir de la era moderna de la pesca industrializada, la cantidad de tortugas ha disminuido bruscamente. De hecho, algunos científicos pronostican que la especie Laúd del Pacífico, la tortuga marina más grande que existe, podría extinguirse en un par de generaciones.

Por eso, siempre son buenas noticias cuando alguien plantea una manera de obtener nuestros peces (o camarones) y conservar nuestras tortugas también. Los investigadores sostienen que las tortugas marinas tienen la mejor posibilidad de sobrevivir una vez que quedan atrapadas en una red si no están sumergidas por más de 50 minutos. Por ese motivo, se ha desarrollado un equivalente submarino a un reloj de arena para ayudar a los pescadores a saber cuándo deben quitar la red del agua. Esperemos que el "registrador" ayude a las tortugas caguamas y a las demás tortugas marinas a sobrevivir a otro encuentro con los humanos. (No se olvide de usar su guía de bolsillo Seafood Watch para encontrar opciones amigables con las tortugas).

Para las ballenas, las noticias no son tan buenas. Esta semana es la reunión anual de la comisión International Whaling Commission (IWC), encuentro en el que algunos habían puesto sus esperanzas de que pudiera ser el año para resolver algunos asuntos a favor y en contra de la caza comercial de las ballenas entre esos países. No parece que estuviera tomando esa forma.

Desafortunadamente, la reunión de IWC fue calculada con la primera caza de la temporada de Japón: una ballena zifio de Baird, quien tristemente para la especie, no está incluida en la prohibición internacional de caza de ballenas. Aunque las ballenas zifeo y piloto están excluidas, la prohibición, por supuesto, no ayuda a sus 2,000 primas, la mayoría ballenas minke, que murieron el año pasado por obra de las flotas cazadoras de ballenas de Noruega, Islandia y Japón. Estas naciones aún evaden la moratoria al cazar ballenas por "motivos científicos". Hasta ahora, la ciencia no ha aportado demasiado, pero ha mantenido las tiendas provistas con carne de ballena. No tenemos una ballena en nuestra guía de bolsillo Seafood Watch, quizás, ¿deberíamos tenerla? 

 

Biografía

Julie Packard es la Directora Ejecutiva del Monterey Bay Aquarium. Basada en su obra como miembro de la junta directiva de la Fundación David y Lucile Packard, a finales de los años setenta, Julie ayudó a fundar el Monterey Bay Aquarium, el primer acuario público de importancia nacional dedicado a interpretar a una sola región: la Bahía de Monterrey.

En su 20º aniversario, el acuario creó el Centro para el Futuro de los Océanos que protege los océanos impulsando políticas sensatas para su conservación. Julie también fue miembra de la Comisión del Océano del Centro Pew, que en 2003 presentó sus recomendaciones para realizar una exhaustiva revisión de las políticas oceánicas nacionales.

Packard continúa siendo miembra de la Iniciativa conjunta de la Comisión del Océano. Se ha desempeñado durante 30 años como miembra del consejo de administración de la Fundación David y Lucile Packard dedicándose de lleno a sus programas de conservación y de ciencias.

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