Elementos claves del clima en la reconciliación presupuestaria del Senado

La Ley de Reducción de la Inflación de 2022, que se publicó esta semana, incluye una amplia gama de inversiones en la mayoría de los sectores de la economía. Reducirá los gases de efecto invernadero y otros contaminantes dando a la gente opciones de energía limpia a bajo costo, reduciendo las facturas de energía de los hogares y las empresas.

La Ley de Reducción de la Inflación de 2022, que se publicó esta semana, incluye una amplia gama de inversiones en la mayoría de los sectores de la economía. Reducirá los gases de efecto invernadero y otros contaminantes dando a la gente opciones de energía limpia a bajo costo, reduciendo las facturas de energía de los hogares y las empresas. Esto no podría ser más oportuno teniendo en cuenta que los elevados costos de los combustibles fósiles están aumentando lo que la gente paga en el surtidor y en las facturas de los servicios públicos. Instamos al Congreso a que apruebe este proyecto de ley.

Todavía estamos digiriendo los detalles del proyecto de ley, pero nuestro análisis inicial indica que, si se aplica correctamente, podría suponer una reducción de las emisiones en un 40 por ciento o más para 2030. Las medidas futuras, como las nuevas reglas, normas y políticas a nivel federal y estatal, podrían aprovechar este éxito y ayudarnos a alcanzar el objetivo de reducción del 50 al 52 por ciento para 2030 fijado por la administración Biden.

Aunque el proyecto de ley no es el que nosotros habríamos redactado e incluye elementos negativos, como las disposiciones que vinculan el arrendamiento de renovables con el arrendamiento de fósiles en tierras federales, nuestra estimación preliminar es que las disposiciones positivas sobre el clima podrían superar a las negativas entre ocho y diez veces desde la perspectiva de las emisiones de gases de efecto invernadero. Este proyecto de ley incluye varias disposiciones importantes que podrían contribuir a reducir la contaminación causante del calentamiento climático, y estas son algunas de las inversiones que permiten reducir los GEI. La reducción del uso y la combustión de combustibles fósiles reducirá tanto las emisiones de GEI como las de otros contaminantes atmosféricos.

1. Créditos fiscales para la electricidad limpia

  • A quiénes ayudan: Estos programas ayudan a las personas y a las empresas a instalar electricidad novedosa y limpia, como la eólica y la solar, al proporcionar créditos fiscales para reducir el costo de los proyectos. Existen requisitos y créditos de bonificación para fomentar que los proyectos sean bien remunerados y proporcionen buenos puestos de trabajo, fomenten la fabricación nacional e incentiven la inversión en energía limpia en comunidades de bajos ingresos y que utilizaban combustibles fósiles.
  • Lo que ofrecen : Estos créditos marcarán el inicio de la expansión más rápida y sostenida de las energías renovables y otros recursos energéticos de baja o cero emisión de carbono en la historia del país. Nuestro análisis indica que la capacidad solar y eólica en Estados Unidos podría crecer más de un 150 por ciento esta década, y que los créditos apoyarán hasta 190.000 nuevos puestos de trabajo en la industria de las energías renovables (como técnico eólico o instalador solar) para 2030. Los nuevos proyectos de energías renovables también pueden reducir los precios de la electricidad para todos los consumidores, al reducir nuestra exposición al continuo aumento en los precios de los combustibles fósiles, que son tan volátiles actualmente. Nuestro análisis sugiere que la factura eléctrica residencial media podría ser un 8 por ciento más baja en 2030 con, en comparación si no los tuviera, los créditos fiscales para las energías limpias.
  • Beneficios climáticos: Nuestro análisis indica que las emisiones de gases de efecto invernadero en el sector eléctrico podrían reducirse hasta en 320 millones de toneladas métricas (MMT de CO2-eq) anuales para 2030 (lo que equivale a las emisiones anuales de todas las centrales eléctricas de Texas, Pensilvania y Ohio en 2021).
  • Otros beneficios: La creación de un sistema eléctrico más limpio también puede conducir a grandes reducciones de los contaminantes atmosféricos que contribuyen al hollín, el esmog y el ozono locales. Las reducciones de las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) y de dióxido de azufre (SO2) provenientes de las centrales eléctricas con estos créditos fiscales podrían suponer hasta 9.200 mil millones de dólares en beneficios anuales para la salud pública en 2030.

2. Programas de financiamiento para apoyar la inversión limpia local

  • A quiénes ayudan: El proyecto de ley incluye una serie de programas diseñados para dirigir dinero a las comunidades y a las instituciones de préstamo sin ánimo de lucro para apoyar el despliegue local de energía limpia, vehículos y otras soluciones respetuosas con el clima. Esto incluye un Fondo de Reducción de Gases de Efecto Invernadero de 27 mil millones que apoyará a las instituciones de préstamo sin ánimo de lucro en la entrega de financiación de bajo costo para proyectos de energía limpia, lo que adeudara la inversión del sector privado para desplegar una amplia gama de energía limpia, transporte, edificios y tecnologías industriales que reduzcan la contaminación climática. Los 7 mil millones de dólares de este fondo están destinados a la instalación de tecnologías distribuidas de cero emisiones en comunidades desfavorecidas y de bajos ingresos. También hay 3 mil millones de dólares para subvenciones globales de justicia ambiental y climática que pueden invertirse en proyectos dirigidos por la comunidad para abordar los daños locales al medio ambiente y a la salud pública en comunidades de primera línea y desfavorecidas. Este programa también puede apoyar y ayudar a construir la capacidad de la comunidad para hacer frente a los impactos desproporcionados que estas comunidades tienen de la contaminación y el cambio climático.
  • Lo que aportan: La financiación pública y privada respaldará nuevas inversiones en áreas como la energía solar en los tejados de las comunidades de bajos ingresos, las opciones de transporte y tránsito limpios, como los autobuses eléctricos, y las inversiones en redes inteligentes que pueden aumentar la resistencia y la fiabilidad de nuestros sistemas eléctricos locales. Estos programas pueden complementar otros elementos del proyecto de ley, como los créditos fiscales a la energía limpia, para ayudar a que estos créditos y las inversiones en energía limpia lleguen a proyectos más pequeños y a comunidades desfavorecidas que, de otro modo, no podrían acceder o disfrutar de los beneficios de estos créditos.
  • Beneficios climáticos: Estos programas podrían ayudar a reducir hasta 120 MMT de CO2 anuales para 2030, o igual a la contaminación  por carbono de las necesidades energéticas anuales de 15 millones de hogares estadounidenses.
  • Otros beneficios: Por ejemplo, cada dólar invertido en el Fondo de Reducción de Gases de Efecto Invernadero podría generar entre $5 y $9 dólares de inversión total del sector público y privado, dependiendo del uso del proyecto. Las Subvenciones Globales para la Justicia Ambiental y Climática empoderarían a las comunidades de bajos ingresos, a las comunidades de color y a las comunidades indígenas con recursos que pueden ser utilizados para apalancar otras inversiones del sector público y privado en el desarrollo económico sostenible.

3. Incentivos para vehículos limpios

  • A quiénes ayudan: El proyecto de ley incluye créditos fiscales que ayudarán a la gente a comprar vehículos eléctricos enchufables o de pila de combustible nuevos y usados, proporcionando créditos fiscales para rebajar el costo de la compra. Los hogares estadounidenses de ingresos bajos y medios podrán obtener $7.500 al comprar un vehículo nuevo y $4.000 al comprar un vehículo usado. También hay subvenciones y fondos que apoyarán la compra de camiones y vehículos comerciales limpios e invertirán en opciones de tránsito asequibles en los barrios locales.
  • Lo que aportan: Los créditos fiscales para vehículos limpios permitirán que más estadounidenses compren vehículos eléctricos, aumentando el acceso de las comunidades a opciones de vehículos limpios, y las subvenciones y fondos directos para que las comunidades, agencias y puertos compren vehículos limpios lo que significa menos vehículos comerciales contaminantes en las calles y en las comunidades. Estos incentivos y otros programas de vehículos limpios ―tales como las normas de contaminación del tubo de escape― podrían ayudar a acelerar la transición a los vehículos limpios en Estados Unidos. La mitad de las ventas de vehículos de pasajeros nuevos podría ser eléctrica a finales de esta década, frente al 5 por ciento de las ventas actuales.
  • Beneficios climáticos: Estas disposiciones podrían ayudar a reducir hasta 101 MMT de CO2 anuales para 2030 (lo que equivale a la contaminación anual de 21,5 millones de coches).
  • Otros beneficios: Los vehículos eléctricos, y estos créditos que ayudarán a más consumidores a pagarlos, pueden ayudar a proteger a los estadounidenses del aumento de los precios de la energía y a reducir nuestra dependencia del petróleo extranjero.  Además, al sacar de las carreteras a los coches y camiones que funcionan con gasolina y diésel, podemos reducir la dañina contaminación del tubo de escape que contribuye a la insalubridad del aire en nuestras comunidades y que puede provocar enfermedades respiratorias, pérdida de días de trabajo y de escuela por enfermedad, visitas a urgencias y muerte prematura.

4. Agricultura y conservación

  • A quiénes ayudan: El proyecto de ley incluye más de 25 mil millones en fondos que se utilizarán para apoyar los esfuerzos de conservación en tierras agrícolas y forestales y hábitats ecológicamente sensibles. La financiación también se destinará a los agricultores que apliquen nuevas prácticas de gestión agrícola y de conservación en las explotaciones. Además, el proyecto de ley incluye 1.5 mil millones para la plantación de árboles en zonas urbanas.
  • Lo que aportan: Esta financiación beneficiará tanto a las comunidades rurales como a las urbanas. Las inversiones y la restauración de nuestros bosques y parques nacionales protegerán los hábitats únicos y las áreas recreativas de todo los Estados Unidos para las personas y los animales. Los programas agrícolas pueden proporcionar a las comunidades rurales la financiación necesaria para realizar inversiones que mejoren la salud del suelo y reduzcan las pérdidas de nitrógeno, mientras que la plantación de árboles en las ciudades puede refrescar las calurosas calles de la ciudad, proporcionar sombra, limpiar el aire local y filtrar las aguas pluviales. Estas inversiones apoyan la financiación de programas en zonas donde los recursos existentes son escasos, y las largas colas de espera para los programas de conservación limitan la capacidad de transformar este sector.
  • Beneficios climáticos: Esta financiación podría suponer hasta 76 MMT de carbono adicional secuestrado en nuestras tierras naturales y de trabajo para 2030, o la cantidad de carbono que actualmente absorben 90 millones de acres de bosques estadounidenses.
  • Otros beneficios: Las inversiones en prácticas de conservación regenerativas y orgánicas que dan prioridad a la salud del suelo tendrán importantes repercusiones ecológicas y medioambientales, incluida la prevención de la erosión del suelo, que cuesta pérdidas de productividad cada año. Las inversiones en la salud del suelo también mejoran la calidad del suministro hídrico, lo que puede ayudar a reducir la magnitud de las floraciones de algas nocivas, al tiempo que mejoran el ciclo de los nutrientes, lo que puede ayudar a frenar el uso de productos químicos e insumos sintéticos. Los insumos sintéticos que se pierden por la escorrentía agrícola le cuestan a los Estados Unidos unos 157 mil millones al año en daños a la salud humana y ambiental.

5. Financiación, inversiones e incentivos para la industria pesada y manufactura

  • A quiénes ayudan: El proyecto de ley incluye programas que proporcionarán subvenciones directas para ayudar a los fabricantes estadounidenses de los sectores industriales más intensivos en energía, como el cemento, el acero y el aluminio, a instalar y aplicar tecnologías transformadoras para descarbonizar profundamente sus plantas, así como créditos fiscales e incentivos para la fabricación avanzada y la adopción de tecnologías bajas en carbono. Estas disposiciones pueden estimular las inversiones en procesos limpios electrificados, la eficiencia energética, la adopción de hidrógeno verde para la fabricación de acero limpio, la instalación de tecnología de captura y almacenamiento de carbono en las plantas de cemento u otras tecnologías avanzadas. El proyecto de ley también incluye la financiación de la divulgación y el etiquetado de materiales con bajas emisiones de carbono y unos 5.5 mil millones para que los organismos federales adquieran materiales industriales con bajas emisiones de carbono en los proyectos de infraestructuras federales, impulsando los primeros mercados de hormigón, acero y otros productos industriales ampliamente utilizados.
  • Lo que aportan: Estos programas proporcionarán a los fabricantes los fondos e incentivos necesarios para renovar sus instalaciones, haciendo que la industria estadounidense sea más limpia, más eficiente y más competitiva en el mercado mundial. Estas inversiones también pueden reducir los costos energéticos de la industria. Programas similares de asistencia industrial del Departamento de Energía (DOE por sus siglas en inglés) han podido ahorrar a la industria estadounidense miles de millones de dólares, al ayudar a mantener la competitividad de la fabricación estadounidense en la cambiante economía mundial. La adquisición de estos materiales bajos en carbono por parte del gobierno también puede ayudar a cambiar el mercado más amplio de estos materiales hacia opciones más limpias.
  • Beneficios climáticos: Estos programas podrían reducir hasta 150 MMT de CO2 anuales para 2030.
  • Otros beneficios: Las inversiones en procesos industriales de baja emisión de carbono y las actualizaciones tienen el potencial de reducir muchos tipos de contaminación industrial, mejorando la salud y la calidad del aire de las comunidades cercanas. Además, un reciente informe de la Agencia Internacional de Energía (IEA por sus siglas en inglés), Net Zero by 2050, estima que la demanda mundial de energía limpia y materiales de infraestructura sostenibles alcanzará los 5 billones anuales en 2030. Dado que la descarbonización industrial está siendo impulsada por tecnologías que existen en la actualidad, realizar esta importante inversión ahora para ayudar a nuestras fábricas a reducir las emisiones les ayudará a producir los productos industriales con bajas emisiones de carbono de los que Estados Unidos y el mundo dependerán cada vez más. Esto no sólo ayudará a afrontar la crisis climática, sino que apoyará los buenos puestos de trabajo y reforzará nuestra base de fabricación.

Estos elementos climáticos son sólo una parte de un paquete completo. Otros elementos invierten en: justicia ambiental, comunidades tribales y de bajos ingresos; construcción de eficiencia energética; adaptación al clima; programas de reducción de la contaminación de la EPA y de los estados; implementación de la NEPA en todas las agencias; y muchos otros programas.

Instamos al Congreso a que apruebe este proyecto de ley.

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