La eficiencia energética salva vidas, evita grandes costos de salud

Energy efficiency is helping everyday Americans lead healthier lives, but we can do even better.

Las medidas de eficiencia energética alcanzables y de sentido común, diariamente podrían ayudar a salvar 6 vidas en los Estados Unidos y evitar daños a la salud hasta por $20 billones de dólares anualmente. Esa es la aportación de un nuevo reporte emitido en conjunto por el Consejo Estadounidense para una Economía de Eficiencia Energética (ACEEE por sus siglas en inglés) y los Médicos por la Responsabilidad Social (PSR por sus siglas en inglés); lo que nos lleva a querer responder una simple pregunta: ¿Cómo podría nuestra salud beneficiarse si cada estado y ciudad importante alrededor del país redujera su consumo anual de energía en un 15 por ciento?

Las plantas energéticas que queman carbón, petróleo o gas natural, liberan pequeñas partículas que pueden incrustarse dentro de nuestros pulmones (partículas de materia fina), gases que irritan nuestros sistemas respiratorios (como el dióxido de azufre), y gases que interactúan con la luz del sol para formar smog peligroso (óxidos de nitrógeno). Esta contaminación ha sido asociada con una variedad de serios daños a la salud, los cuales incluyen ataques de asma, infartos y cáncer de pulmón. 

La buena noticia es que volver a los hogares y negocios más eficientes energéticamente es una manera económica de evitar la contaminación de las plantas energéticas—y la contaminación derivada del uso del calentamiento de gas LP y gas natural dentro de las casas. Un uso más inteligente de la energía significa que no tendremos que generar tanta para contar con ella en nuestros hogares y negocios.

Al utilizar modelos públicos disponibles de la Agencia de Protección Ambiental, la ACEEE y PSR encontraron que reducir el consumo de electricidad en un 15 por ciento a lo largo del país por un año, podría reducir la contaminación por partículas en un 11 por ciento, los óxidos de nitrógeno en un 18 por ciento, y la contaminación por dióxido de azufre en un 23 por ciento. El dinero ahorrado en costos de cuidado de la salud—casi todo debido a la disminución de muertes en adultos—podría pagar las cuotas de seguros de salud para casi 3.6 millones de familias.

Beneficios a los estados de carbón

Los estados que utilizan mucho carbón para generar electricidad—o que están localizados cerca de estados de carbón—podrían ver los beneficios de salud más significativos derivados del incremento en la eficiencia energética. En los 10 estados que encabezan la lista, los beneficios por persona fueron en los rangos de $98 a $184 dólares por año:

  1. Virginia Oeste: $184
  2. Kentucky: $148
  3. Pennsylvania: $140
  4. Ohio: $137
  5. Indiana: $128
  6. Tennessee: $124
  7. Alabama: $106
  8. Michigan: $105
  9. Delaware: $103
  10. Arkansas: $98

¿Cómo obtendríamos el 15 por ciento?

El reporte resaltó que muchos estados ya han dado pasos hacia la reducción de consumo energético en un 15 por ciento o más. Sin embargo, todavía existen muchas oportunidades sin explotar en todos los niveles de gobierno. El reporte ACEEE-PSR sugiere la adopción más extensiva de estas estrategias probadas:

Incluso hay más beneficios

Es de importancia resaltar que los números reportados no muestran el total de beneficios de salud derivados de incrementar la eficiencia energética.

Por una parte, los autores encontraron que el incremento en la eficiencia energética podría disminuir la contaminación por dióxido de carbono en un 14 por ciento, pero no trataron de cuantificarlo con los beneficios de salud asociados. El cambio climático causado por la contaminación de carbono trae consigo una variedad de daños a la salud que incluyen padecimientos y muertes relacionados con las altas temperaturas, innumerables peligros de climas más extremos e interrupciones en los servicios de cuidados de la salud

Por otro lado, la eficiencia energética puede ayudar a abordar las determinantes sociales y económicas de la salud, como la carga energética—la porción del ingreso para la manutención del hogar que se utiliza en el pago de energía—y la estabilidad y calidad de vivienda. Por ejemplo, un análisis del 2016 realizado por Eficiencia Energética para Todos y ACEEE encontró que los hogares con ingresos bajos en los Estados Unidos, gastan proporcionalmente más de tres veces lo que su contraparte de hogares con ingresos no bajos.

Reducir las facturas a través de la eficiencia energética puede ayudar a reducir la inseguridad financiera y minimizar la necesidad de elegir entre pagar la energía o pagar la comida o la renta. Las medidas de eficiencia energética como la climatización también ayudan a mejorar la calidad y seguridad de los hogares de las personas, como por ejemplo sucede al dar atención a las ventanas que permiten la entrada de agua o las puertas que permiten la entrada de humedad insalubre y aire contaminado del exterior. Finalmente, las oportunidades económicas que vienen en compañía de un sector energético más limpio y más eficiente pueden mejorar comunidades enteras con salarios que permitan sostener una familia. De hecho, más de 2.2 millones de personas trabajan actualmente en el sector de eficiencia energética—investigando, manufacturando e instalando mejoras de ahorro de energía. 

Trabajos de eficiencia energética

Los hallazgos en el reporte ACEEE-PSR no son solamente hipotéticos: La eficiencia energética ya está ayudando a los estadounidenses comunes a vivir vidas más sanas. 

 

Los estados y las ciudades alrededor del país—así como nuestros líderes en el gobierno federal—tienen la oportunidad de impulsar esos beneficios de salud todavía más al implementar estándares en el consumo de electrodomésticos, el financiamiento de investigación para mejores tecnologías de ahorro de energía y en hacer de la eficiencia energética el centro de la lucha contra el cambio climático. 

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