La innovación y la eficiencia mantendrán la fabricación en EE.UU. globalmente competitiva
Henry Ford acabó con la competencia al desarrollar en su empresa una línea de ensamblaje para construir los automóviles modelo T por lo que se puede decir que cambió el mundo. Al introducir sistemas más eficientes de ensamblaje, Ford y sus ingenieros redujeron el tiempo de producción por vehículo de 12,5 a 1,5 horas, aumentando su ritmo dramáticamente. Dicha eficacia redujo el precio de los coches de tal manera que dentro de pocos años los automóviles ya no eran un juguete de ricos, sino que también se encontraban dentro del alcance de los trabajadores en la línea de montaje de Ford.
Aún ahora, los autos se producen en líneas de ensamblaje y la eficiencia sigue siendo una estrategia esencial entre fabricantes. La eficiencia es una estrategia virtuosa para la nación en general porque ayuda a conservar valiosos recursos, reducir costos y fortalecer nuestra economía. Por eso, el Departamento de Energía (DOE en inglés) anunció recientemente $54 millones en subvenciones destinadas a proyectos que mejoren la eficiencia energética en el sector manufacturero.
Muchas de las estrategias de eficiencia energética que se mencionan tales como mejores bombillas o vehículos de mayor rendimiento son productos destinados para consumidores. Sin embargo, la producción industrial consume alrededor de un tercio de la energía producida en EE. UU., de modo que manufacturar de manera cada vez más eficiente también es crítico. La manufactura eficiente no sólo ahorra energía en todo el país, también reduce los costos al fabricante ayudándoles a competir mientras retienen más empleos dentro del país.
Varios de los 13 proyectos que el DOE financiará tienen que ver con la industria de vehículos, tal como el proceso nuevo de General Motors (GM en inglés) para fabricar puertas de coches. Habitualmente este es un proceso de múltiples pasos que implica múltiples componentes y máquinas que giran, cortan, estampan y moldean acero al carbono. La GM desarrolló un proceso nuevo e integrado que utiliza aleación de magnesio ligero para hacer puertas. Este proceso simplificado utiliza la mitad de la energía del método convencional. Además, resulta en puertas 60 por ciento más livianas, ayudando a la flota de la GM a cumplir con los estándares federales de rendimiento. (Sólo las normas de rendimiento ayudarán a reducir los costos de los conductores por mitad, mientras generan hasta $300 mil millones en ganancias para los fabricantes de Detroit.)
La eficiencia energética es una inversión inteligente de la cual cualquier empresa puede beneficiarse. Hace quince años, NRDC trabajó con Dow Chemical para mejorar las operaciones de sus instalaciones en Midland, Michigan, proyecto que logró reducir la contaminación un 43 por ciento y resultó en ahorros de $5 millones al año. Ahora estamos trabajando con el mundo de la moda para mejorar la fabricación de textiles en China y ayudarles a los fabricantes a ahorrar combustible, agua y materias primas mientras reducen la contaminación. La empresa textil Redbud en Changshu, China aprobó sólo tres de las estrategias recomendadas por NRDC bajo un costo único de $72.000 y ahora está ahorrando casi $840.000 al año.
En algunos casos, aumentar la eficiencia podría ser tan simple como sustituir una válvula defectuosa. Pero en las industrias más modernas, un aumento grande en eficiencia podría requerir un salto de fabricación espectacular, tales como nuevas maneras de fabricar puertas de vehículos. No se sabe de dónde aparecerá la próxima innovación, por lo que es importante ofrecer incentivos a través de una serie de industrias. El Departamento de Energía acaba de hacer precisamente eso con una selección de proyectos que podrían tener aplicaciones en la fabricación de aeronaves y vehículos, iluminación y productos electrónicos, plásticos y productos petroquímicos, hierro y acero, papel y baterías por nombrar algunos. Otros proyectos tienen beneficios en muchas industrias, tales como un proceso que usa bacterias para convertir los desechos de fábrica en electricidad y otros productos útiles que se espera ahorren 40 billones de BTU de energía y desplace 6 millones de toneladas de gases de efecto invernadero al año.
La fabricación y la innovación le han proveído éxito a EE. UU. Los programas que proporcionan un apoyo crítico a los empresarios del país aprovechan nuestros puntos fuertes y ayudan a mantener la industria competitiva en el mundo globalizado de hoy. Si podemos proporcionar el ímpetu que conduce a la innovación industrial, la recompensa valdrá la pena.
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