Plan de exploración petrolera mar adentro pone en riesgo el ártico y el litoral este

El gobierno de Obama ha propuesto un plan de perforación petrolera y de gas mar adentro. El plan abriría la costa Atlántica sureste desde Virginia hasta Georgia a la perforación petrolera y de gas por primera vez desde 1983. También permitiría el acceso a la exploración petrolera en la mayor parte del ártico.

El gobierno también tomó un importante primer paso para proteger algunos ecosistemas marinos en el ártico entre otros sitios de gran importancia para las tradiciones de las comunidades nativas de Alaska. Es importante reconocer el valor de estos sitios. Pero los derrames viajan miles de millas - como lo vimos con el desastre de Deepwater Horizon - sin importar las líneas que tracemos. El Atlántico al sureste y el Ártico no se deben abrir a los riesgos de la perforación.

Este es un plan quinquenal que tendrá consecuencias duraderas para las comunidades costeras de la nación. Un plan que pone la densamente poblada costa atlántica y el Ártico bajo riesgo de contaminantes mientras produce más contaminación de carbono es la política de energía equivocada para los Estados Unidos.

El plan del Ministerio del Interior expone a las comunidades y economías entre la costa de Jersey hasta Hilton Head y desde Miami Beach hasta la Bahía de Chesapeake al tipo de desastre que sufrió el golfo de México hace cinco años con impactos potencialmente devastadores para el ambiente, el turismo, los empleos y la economía costera de $80 mil millones del litoral este.

El golfo aun no se ha recuperado de la catástrofe de Deepwater Horizon que mató a 11 personas, dejó a miles sin trabajó y derramó mas de 130 millones de galones de crudo tóxico en aguas de gran abundancia y productividad del mundo. El derrame afectó más de mil millas de costa. Un derrame en las costas de Virginia puede alcanzar las playas de Jersey.

Estos impactos perduran mucho después de la partida de los equipos de limpieza. Cuando trabajé litigando casos de derrame en el puerto de Nueva York en la década de los 90, recuerdo que incluso muchos años después de un derrame, las marismas aun exudaban un brillo aceitoso al introducir un remo en el lodo.

En el ártico, el análisis del propio gobierno demuestra que de permitirse el arrendamiento, un derrame seria muy probable. Las corrientes oceánicas y los vientos exponen a los osos polares, morsas, aves marinas y toda la frágil costa ártica al tipo de devastación causada por el desastre de Exxon Valdez, del que el sur de Alaska aun no se recupera, a 25 años después.

En tan solo los últimos dos años, hemos visto que las petroleras no pueden con la fuerza del océano. Cuando Shell hizo pruebas en su domo de contención, los testigos informaron que este fue aplastado como una lata de cerveza. A unos meses de exploración petrolera en 2012, los trabajadores tuvieron que huir de un iceberg de 30 millas, abandonaron una plataforma en las rocas y casi pierden otra que se deslizó del ancla durante una tormenta.

Estuve en el golfo de México después del derrame de BP. Allí, en el corazón de la industria, con miles de barcos y aviones disponibles a ayudar, tomó tres agonizantes meses para parar el derrame. Imagínate lograr un esfuerzo similar en el Ártico remoto con contadas pistas de aterrizaje, olas de 20 pies, vientos huracanados, hielo y equipo a dos mil millas de distancia en Seattle. No existe un plan de emergencia o tecnología comprobada que pueda contener un derrame de crudo en el Ártico o prevenir que se extienda en áreas protegidas.

Un plan responsable manifestaría estas consideraciones:

El Atlántico y el Ártico no se pueden abrir a la exploración. Abrir mas de nuestras costas al peligro de derrames de petróleo no tiene sentido. Perforar pone las playas de la costa atlántica en riesgo de contaminación y podría destruir el último océano prístino, el Ártico.

Una política de perforación debe reflejar nuestra obligación por proteger las generaciones futuras de los peligros del cambio climático. Las comunidades costeras ya sufren de huracanes más fuertes y frecuentes, aumento del nivel del mar y otros impactos producidos por la contaminación de petróleo. Abrir las reservas de carbono guardadas en suelo subterráneo desatará décadas de contaminación de carbono, en lo que las compañías recuperan la enorme inversión para alcanzar estas reservas.

Las precauciones necesitan fortalecerse para reducir los riesgos en zonas ya afectadas por la perforación. El congreso no ha promulgado ni una de las reformas de seguridad recomendadas después del desastre de BP en el 2010, tales como protecciones a los denunciantes o la supervisión independiente de las precauciones de seguridad.

Los planes para la perforación mar adentro deben tomar en cuenta los beneficios crecientes de la energía limpia y la eficiencia energética. Las normas de rendimiento de vehículos y camiones ligeros ahorraran 12 mil millones de barriles de petróleo durante la vida útil de los vehículos, mientras las políticas vigentes de energía limpia y eficiencia energética potencialmente ahorrarían 6 mil millones de barriles de crudo cada año hasta 2035. Hablamos de la misma cantidad de crudo que el Ministerio del Interior predice puede producir TODA la exploración petrolera en las aguas entre Florida y Maine.

El Ministerio del Interior ha abierto un periodo de participación pública de 60 días para comentar sobre el plan. Es el momento para las personas que se preocupan por la salud de nuestros océanos, las comunidades costeras y todo lo que los océanos sostienen de insistir para que se protejan los recursos indispensables del Atlántico y el Ártico de la explotación petrolera y de gas.

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