Dar Gracias Desperdiciando Menos
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En el Día de Acción de Gracias compartimos comida deliciosa junto a las personas más importantes en nuestra vida. Este año, mi prometido de la Ciudad de México se unirá a mi familia y amigos cercanos de San Diego, para lo que será su primer Día de Acción de Gracias de “verdad” – tiene mucha curiosidad por probar los camotes cubiertos de bombones (¡un plato no muy conocido en México!).
Desafortunadamente, inherentemente resulta, en el desperdicio de cuantiosas cantidades de comida, dinero y recursos ambientales. Cada año, se derrochan alrededor de 200 millones de libras de carne de pavo en la semana del Día de Acción de Gracias; así mismo se desperdicia agua y energía para que el pavo llegue a nuestra mesa. Malgastar toda esa agua equivale a dejar correr la llave por seis horas en cada hogar en EE. UU., o que la población entera de Jacksonville, Florida (incluyendo a los pequeños) maneje individualmente hasta San Francisco. En términos de nutrición, se desperdician 25.6 mil millones de gramos de proteína, lo suficiente para satisfacer la dosis recomendada de proteína para más de 500 millones de adultos.
Afortunadamente, hay muchas maneras fáciles para mantener los platillos favoritos de tu familia en tu pancita en vez de en la basura. Te comparto algunos consejos derivados de mi propia experiencia:
- No te excedas. Utiliza el Guest-imator, una calculadora de porciones en línea y sin costo de NRDC, para determinar la cantidad adecuada de comida que necesitas para el número de invitados que esperas, desde entradas hasta platos fuertes, postres y las sobras para el recalentado.
- Sugiere tus invitados a que traigan sus túpers. No solo porque no quieres arriesgar perder tuyos, sino también porque te ayudará a disminuir las sobras; y tus invitados se llevarán un poquitín del Día de Acción de Gracias consigo para otro día. Aún mejor, invita a tus amigos a jugar Monopoly (o cualquier otro juego de mesa, pero de preferencia que sea de larga duración) después de la cena como lo hace mi familia. Deja que el juego se alargue lo más que se pueda y verás cómo les da hambre de nuevo y poco a poco se desaparecen las sobras en el curso de la noche.
- No peles tus papas, ni casi ningún otro vegetal, ¡de verdad! Es una pérdida de tiempo y nutrientes, y creo que encontrarás que tus platillos saben igual, o hasta mejor,) con cáscara.
- Rescata los desastres: Muchas cosas pueden salir mal al cocinar en grandes cantidades – se te quema algo, le pones mucha sal, o le falta sabor – pero antes de tirarlo, estos consejos le pueden dar vida nueva a tu platillo.
- Ponle creatividad al recalentado. Cada familia tiene sus propias tradiciones para las sobras – mi favorita es la sopa de pavo con elote y para el desayuno tortas de pavo con los bolillos que sobraron. Como soy estadounidense con ascendencia mexicana, me encanta intentar hacer platillos inspirados en recetas mexicanas con las sobras. Este año, quiero hacer pozole de pavo y mi desayuno mexicano preferido, chilaquiles, ¡pero de pavo en vez de pollo! Es bueno tener ingredientes extras a la mano para el fin de semana largo, cuando salir de casa da pereza.
- Comparte el amor del Día de Acción de Gracias con tus mascotas. Si llegas al punto en el que no puedes ni ver un pedazo de pavo después de las celebraciones: Cocina pavo con algunos ingredientes aptos para mascotas como los camotes y ejotes en una olla (asegúrate que no lleve huesos o cebolla) con algo de arroz integral y, ¡que tus mascotas celebren también!
- Congela antes de tirar a la basura. Antes de que caduquen tus ingredientes restantes y sobras, considera congelarlas. Casi todo puede ser congelado y recalentado para una noche que no tengas la energía (o las ganas) para cocinar.
- Escoge uno de los ingredientes primordiales y aprende sobre él. No tiene que ser el pavo, puede ser que los ejotes también tengan su atractivo. Pregúntale a tu amigo Google al respecto: ¿De dónde vienen los ejotes? Si es posible, trata de averiguar quién los cultivó. ¿Qué tanta huella climática tiene un ejote? Entender un poco más acerca de nuestros alimentos nos hace apreciarlos de una manera más profunda. Y cuando apreciamos nuestra comida, se nos dificulta más desperdiciarla.
- Utiliza el desperdicio de comida para entablar conversaciones. El mayor desperdicio de comida se origina en nuestros hogares. ¡Una familia promedio de cuatro personas gasta $1.500 al año en comida que no se come! Pero la mayoría de las personas ni cuenta se dan de cuánto desperdician hasta que empiezan a ponerle atención. Comparte con tus invitados los consejos que tu mismo tomaste para evitar el desperdicio para que ellos también los pongan en práctica. ¿A quién no le gusta ahorrar dinero?
Además de pensar en como reducir la cantidad de alimentos que se desperdician en tu hogar, el Día de Acción de Gracias también es el momento ideal para pensar en maneras de cómo ayudar a otros que carecen de una alimentación regular.
La inseguridad alimentaria es un problema que afecta a todas las comunidades en EE.UU. ya sea en zonas urbanas, suburbanas o rurales.
El equipo de desperdicio de comida en NRDC trabaja con ciudades alrededor del país tratando de aumentar las donaciones de excedentes alimentarios de supermercados y restaurantes para asegurar que la gente tenga suficientes alimentos de calidad para comer todo el año. Es una labor importante porque 40 millones de personas en el país, o sea 1 de cada 8 estadounidenses, carecen de alimentos en sus mesas. Muchos son discapacitados, mayores, de bajos ingresos, veteranos o niños. Encima de eso, una encuesta hecha a los residentes de Baltimore que se alimentan con la ayuda de bancos de alimentos y otras fuentes de comida donada, encontró que un tercio de los usuarios de este tipo de lugares no se alimentan adecuadamente debido a que la comida disponible no cumple con sus necesidades alimentarias como pueden ser restricciones diabéticas o necesidades de llevar una dieta saludable para el corazón.
Puedes ayudar ofreciendo tu tiempo en un banco de alimentos, ya sea durante las fiestas cuando tienen mucha demanda, o a lo largo del año cuando tienen menos voluntarios. Puedes también llamar a tus líderes locales para que tomen acción para ayudar a aumentar las donaciones de alimentos. (Revisa nuestro Food Policy Action’s Scorecard, una herramienta que te permite ver si tu representante legislativo en el estado votó para mantener la comida segura, saludable y a buen precio.)
Cuando me siente en la mesa este año, daré gracias por la comida en mi plato, por el tiempo, los recursos ambientales, el dinero, el trabajo y el amor que requirió para llegar hasta mí. Daré gracias por mi mamá, que año tras año pasa largas horas en la cocina para que disfrutemos de los platillos más deliciosos. Y también por la felicidad que se puede compartir cuando otros más también lo disfrutan.
Para más consejos sobre cómo evitar el desperdicio de comida todo el año, visita savethefood.com o síguenos por @NRDCFood.
¡Feliz Día de Acción de Gracias a todos!