Movement on antibiotics use in animal agriculture in the marketplace and the White House: The events of last week lead to a clear momentum to tackle antibiotic resistance

Last week has brought a lot of attention to antibiotic use in animal agriculture. With the announcement that Foster Farms is planning to phase out medically important antibiotics in their chicken as well as the White house moving to purchase meat raised with fewer antibiotics in federal cafeterias, there's clearly agreement that these medicines should be used more sparingly, including in agriculture, if we want to stem the tide of resistance.

In California, we recently conducted a poll around antibiotic use in food animals and what we see is that Latinos (85%) and women (88%) are concerned about the routine use of antibiotics in poultry and livestock production with 80% of Californians voicing concern overall. This is clearly an issue that a lot of people care about, including a lot of parents too. Scientists have shown that any antibiotic use can lead to antibiotic resistance, and that antibiotic use in farms is contributing to the rising tide of antibiotic resistance.

That's why, despite some reservations, I'm encouraged about the recent events of last week. As more producers make commitments to phase out medically important antibiotics or treat only sick animals, more consumers will be able to choose meat from producers that are trying to safeguard antibiotics. Not only that, but as producers reduce their use of antibiotics and look to other ways to improve the health of their animals, new knowledge and alternatives may help speed an even greater reduction of antibiotic use. While we still have a way to go (since most of the progress has occurred in chicken production), it's looking like we're finally seeing some momentum to tackle this problem.

---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Progreso sobre el uso de antibióticos en la producción animal para el mercado y por la Casa Blanca: Los eventos recientes impulsan a afrontar el problema de resistencia a los antibióticos

Los eventos de la semana pasada han atraído mucha atención al uso de antibióticos en la producción de animales de granjas. Con el anuncio reciente que Foster Farms planea eliminar el uso de antibióticos de importancia médica en el crecimiento y producción de aves alimenticias, así como la Casa Blanca tomando la iniciativa en la compra de carne de animales producidos con menos antibióticos para ser ofrecidos en las cafeterías federales, es claro que existe un consenso general que estas medicinas deben ser utilizadas con más cuidado, incluyendo en la producción granjera, si queremos detener la corriente de resistencia a los antibióticos.

En California, NRDC hace poco llevó a cabo una encuesta sobre el uso de antibióticos en animales para el consumo y según el resultado de esta encuesta, al 85% de latinos y al 88% de mujeres les preocupa la rutina del uso de antibióticos en la producción de pollo y ganado, con un total de 80% Californianos expresando preocupación. Este es claramente un tema de importancia para muchos, incluyendo para la mayoría de los padres de familia. Los científicos han mostrado que cualquier uso de antibióticos puede llevar a producir una resistencia a los antibióticos y que el uso de estos antibióticos en las granjas está contribuyendo a una creciente resistencia a los antibióticos.

Es por eso que aunque tengamos ciertas reservaciones, me alientan los sucesos recientes. Entre más productores se comprometen a eliminar antibióticos de importancia médica o a usar antibióticos solamente para tratar animales enfermos, más consumidores podrán escoger carne y pollo de productores que se esfuerzan por mantener la eficacia de los antibióticos. No solamente eso, pero mientras que los productores de animales para el consumo sigan reduciendo el uso de antibióticos y buscando otros métodos para mejorar la salud de sus animales, la nueva información y tecnología adquirida de estos esfuerzos puede ayudar a acelerar la reducción del uso de antibióticos en animales. Aunque el camino es largo (casi todo el progreso ha ocurrido en la producción de pollos), me alegra informar que al fin se genera impulso para afrontar el problema de resistencia a los antibióticos.