Prevenir la contaminación protegería la salud infantil y le ahorría miles de millones a California

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Un informe publicado este 17 de junio por el Public Health Institute y el programa Environmental Health Tracking de California le da vida al dicho: "más vale prevenir que lamentar". El informe analiza los riesgos ambientales como la contaminación, los pesticidas, el envenenamiento con plomo y los químicos tóxicos entre otros riesgos a la salud infantil que contribuyen al asma, el cáncer y los trastornos neuro-conductuales y encontró que prevenirlos en California economizaría $254 millones al año y entre $10 a $13 mil millones durante la vida de los recién nacidos en un año particular.

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Las cifras representan la oportunidad de prevenir o aliviar las enfermedades de unos 282.000 niños en California. El número de niños beneficiados seria mayor que el número de niños que habitan las ciudades de San Francisco, Oakland y Berkeley juntas.

Pero no lo lograremos manteniendo el status quo. Con las políticas vigentes, estos miles de millones son, en vez, costos sobre los niños, las familias y las comunidades en todo el estado. El sufrimiento no es uniforme, porque algunos lugares enfrentan un riesgo incrementado a los peligros ambientales y son las comunidades de gente de color y con bajos ingresos las que sufren los casos de asma, algunos cánceres infantiles, envenenamiento con plomo y algunos trastornos neuro-conductuales de manera desproporcionada.

Para que todos los niños en California puedan crecer y prosperar, necesitamos políticas y programas que logren lo siguiente:

Reducir la contaminación del aire, adentro y fuera del hogar

La contaminación juega un papel demasiado importante en problema del asma infantil en California. En este nuevo análisis, los expertos de salud pública estiman que reducir los riesgos del humo, el moho, la contaminación particulada, el smog de ozono podría aliviar 1 de cada 3 casos de asma que requieren atención médica cada año. Hacerlo reduciría el riesgo médico de 280.000 niños y ahorraría $208 millones en costos directos e indirectos. Mientras que se necesitan más estudios del asma infantil, el informe demuestra que podemos prevenir mucho sufrimiento si promulgamos normas estrictas, regulamos mejor las fuentes de contaminación y cuidamos el aire dentro de los hogares.

Asegurar viviendas sanas

Necesitamos que nuestros niños vivan en casas libres de la contaminación de plomo, la exposición al radón, los pesticidas tóxicos y el agua contaminada.

De acuerdo al informe, el plomo disminuye la capacidad de aprendizaje en los niños, lo que puede afectar sus ganancias futuras. Tomar medidas para limpiar el suelo contaminado con plomo, remediar el problema de plomo en la pintura, prevenir contacto con polvo contaminado y frenar la contaminación con plomo contribuiría al aumento en los ingresos futuros de los niños nacidos en un año particular por entre $8 y $11 mil millones a lo largo de su vida laboral.

Reducir las amenazas de la exposición al radón, los pesticidas tóxicos, disolventes, humo, y el agua contaminada ayudaría a prevenir los cánceres comunes en la infancia por entre 10 y 20 por ciento. Hacerlo salvaría a entre 80 y 160 niños en California de desarrollar un cáncer y se prevendrían entre 14 y 28 muertes de cáncer infantil cada año.

Mantener los alimentos libres de tóxicos

La contaminación de mercurio en el pescado, pesticidas utilizados en el cultivo de nuestras frutas y vegetales y una gama de aditivos sin regulación en nuestra comida ponen en riesgo nuestros alimentos y las comunidades agrícolas, particularmente en California. Los efectos de esta contaminación afecta el desarrollo cerebral y el sistema nervioso de los bebes y los niños y puede contribuir a trastornos neuro-conductuales (aquellos relacionados con el autismo y el síndrome de falta de atención (ADHD)). De acuerdo al análisis, esta clase de trastornos afecta a unos 28.000 niños en California al año.

Diseñar productos seguros para el hogar

Existen productos para el hogar que contienen químicos como los ftalatos y aquellos que vuelven productos resistentes al fuego que también conducen a los trastornos conductuales. Los consumidores deben de tener acceso a la información sobre los productos que utilizan, tales como productos que resisten el fuego en los muebles y el químico BPA que ocasiona trastornos hormonales. Necesitamos diseños y productos verdaderamente inofensivos y las compañías deberían realizar un análisis para encontrar estas alternativas seguras.

Para que los niños en California aprendan y se desarrollen en un ambiente sano, necesitamos una expansión de programas como Safer Consumer Products y políticas que marquen el paso hacia un mercado con productos diseñados desde un principio con nuestra salud en mente.

Hacer de la prevención una prioridad

Las agencias de salud y medio ambiente locales y estatales deben de hacer de la reducción de los riesgos ambientales vinculados a la salud infantil una prioridad. Las agencias y los políticos tienen que siempre tener esta meta en mente y proveer los recursos necesarios para investigar, monitorear y reducir las amenazas ambientales que ponen en riesgo la salud pública.

Lee el comunicado de prensa de PHI en español aquí.

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