El mañana de nuestros niños depende de las medidas que tomemos hoy ante la crisis climática

Aquí en los EE. UU. nos hemos demorado en enfrentar la lucha contra el cambio climático. Durante mucho tiempo, el cambio climático parecía ser algo que sucedería en un futuro lejano y retirado de estas costas. Hoy vemos que está ocurriendo aquí y ahora.

Lamentablemente esta realización ha llegado después de que los eventos climáticos extremos de los últimos años, como las tormentas violentas, incendios, inundaciones y sequías afectaran nuestras comunidades y bolsillos. Tras esta fuerte realidad, nos estamos dando cuenta que el cambio climático no solo significa cambios leves en la temperatura global, sino cambios radicales en la potencia de las lluvias, la nieve, el calor y el viento. La salud y nuestros hogares están sufriendo debido a los efectos del cambio climático.

Sin embargo, mientras la preocupación del público incrementa, los líderes políticos se han tardado en reaccionar. Por eso, este mes de enero, más de 100 organizaciones ambientales y de salud le enviaron una carta al Presidente Obama pidiéndole que asumiera el liderazgo en la lucha ante el cambio climático. No hay duda que la crisis climática se está intensificando. El reto está en cómo resolver el problema climático. En la carta al Presidente se señala con acierto que "nuestra respuesta [a la crisis climática] dejará un legado histórico." Liderazgo climático en plena crisis significa no sólo desarrollar la energía limpia, sino también evitar la sucia. Como la carta exhorta, se necesita hacer uso de la autoridad existente bajo la Ley de Aire Limpio para lograr reducir las peligrosas emisiones de carbono, en particular las provenientes de centrales eléctricas y rechazar el uso de combustibles que contaminan, comenzando con la refutación del permiso para el oleoducto de arenas bituminosas denominado Keystone XL. Combatir el cambio climático no es un lujo – es una necesidad para preservar nuestro bienestar tanto físico como económico. El futuro de los niños es nuestra responsabilidad preponderante que no podemos relegar a gobiernos futuros. Ayer, grupos Latinos añadieron su voz a este llamado.

Estados Unidos no es el único país cuya reacción a la ciencia del cambio climático ha tardado. En la negociación internacional sobre el clima reciente, la líder climática de la ONU, Christiana Figueres, afirmó ante miembros de la prensa que existe un desfase enorme entre la respuesta de la política internacional y lo que la ciencia dictamina.

Estados Unidos tiene la oportunidad de marcar el paso a nivel internacional, pero para lograrlo, el gobierno tiene que combatir el cambio climático en casa. Desde la perspectiva de la industria petrolera, existe un boom en el desarrollo de fuentes de petróleo antes consideradas técnicamente demasiado difíciles de extraer, tales como las arenas bituminosas en Canadá. Estos combustibles no sostenibles también resultan ser increíblemente dañinos para nuestra salud, el suelo, el aire y el agua. Estos combustibles son económicamente viables ahora sólo porque los altos precios del petróleo lo permiten. Por desgracia, la industria petrolera considera las arenas bituminosas de Canadá sólo el comienzo en su búsqueda por fuentes de combustible no convencionales en el mundo, a un precio económico y climático cada vez más caro. Una dependencia continua en los combustibles fósiles empeoraría el cambio climático cuando lo que necesitamos es evitar el uso de estos combustibles por completo y desarrollar fuentes de energía más sostenibles.

El cambio climático es un problema global. No hay manera de resolver este problema sin la participación y el liderazgo estadounidense. Cuando recordemos este momento en la historia, a los líderes de EE. UU. se les atribuirá la responsabilidad por la rapidez con que fueron capaces de movilizar la luchar contra la clara amenaza del cambio climático.

Como el deshielo del Ártico demuestra, el cambio climático está ocurriendo a una escala mundial y más rápida de la prevista. Sólo en los últimos cuatro años, hemos experimentado mayores catástrofes a causa del cambio climático. Estados Unidos tiene la oportunidad de dirigir la batalla contra el cambio climático, pero hacerlo significa tomar medidas inmediatas y decisivas como líder en la lucha climática reduciendo los gases de efecto invernadero en el país y descartando el uso de combustibles fósiles alrededor del mundo.

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