Trabajadoras agrícolas latinas hablan sobre los peligros de trabajar en los campos de California

Desde granjas hasta audiencias públicas, las mujeres de Líderes Campesinas se enfrentan a la exposición a plaguicidas, el riesgo al COVID-19 y otras amenazas que impactan desproporcionadamente a su comunidad.
Araceli Ruiz, una trabajadora agrícola en el Valle de Salinas de California, se puede observar en un campo distribuyendo información sobre la exposición a los plaguicidas a otros trabajadores
Credit: Cortesía de Líderes Campesinas

Araceli Ruiz ha cosechado frutas y verduras en el Valle de Salinas en California, una región conocida como “la ensaladera del mundo”, desde que llegó a California proveniente de un pequeño pueblo en el centro de México a los 19 años. Aracelis es una mujer de 43 años y madre de tres y está orgullosa de su arduo trabajo, aunque, los peligros del trabajo le han pasado factura.

Durante la mayor parte de su tercer embarazo, Ruiz trabajó en los campos, lugares donde a menudo se rocían pesticidas unas horas antes. “No era un entorno de trabajo seguro, pero tuve que hacerlo para mantener a mi familia”, dice. Su hijo, que ahora tiene 14 años, experimentó retrasos en el desarrollo físico y sufre de asma y varios trastornos digestivos, problemas que los médicos confirman que son el resultado de la exposición a plaguicidas en el útero. (Además de su impacto en el cerebro en desarrollo, también se ha descubierto que los plaguicidas reducen el tamaño y el peso al nacer). “Veo el impacto de los plaguicidas en mi hijo”, dice Ruiz.

Hace unos seis años, decidió compartir su historia con otros trabajadores agrícolas. Después de vincularse con la división Greenfield de Líderes Campesinas, una red de alrededor de 500 mujeres y niñas repartidas entre 14 divisiones locales en los centros agrícolas más grandes de California, comenzó a advertir a la comunidad sobre los peligros de la exposición a los plaguicidas.

Con el apoyo del grupo, la concientización acerca de los peligros de los plaguicidas ha sido un tema destacado para Líderes desde su fundación en 1992, Ruiz distribuye bolsas de lona con folletos y coloca mesas de información en los campos, donde los trabajadores pueden sentirse seguros al hacer preguntas. Los folletos detallan los problemas que pueden derivarse de la intoxicación aguda por herbicidas e insecticidas, que incluyen náuseas, dolores de cabeza, dificultad para respirar y convulsiones, así como los riesgos a largo plazo: enfermedades crónicas, cáncer, y trastornos neurológicos. Si bien los datos seguramente están incompletos, como señala Pesticide Action Network, los trabajadores indocumentados rara vez informan sobre intoxicaciones, más de 300 trabajadores agrícolas informaron incidentes en California en 2017, un aumento alarmante con respecto a años anteriores. Ruiz describe la recepción de sus esfuerzos educativos como positiva, y muchos trabajadores están agradecidos de conocer los peligros que enfrentan. Ella dice: “Fue una experiencia reveladora para muchas de las personas a las que informé. Muchos de ellos no lo sabían”.

Ruiz (izquierda) y Claudia Isarraz entregan información sobre el COVID-19 a los trabajadores agrícolas
Credit: Daniela Rodriguez

Audelia García Cervantes, una ex trabajadora agrícola y actual presidenta de la junta de Líderes Campesinas, se unió originalmente al grupo después de perder a su esposo, también un trabajador agrícola, debido a una condición que sus médicos relacionaron con la exposición a plaguicidas. Devastada por su muerte y sufriendo sus propias condiciones de salud, como asma crónica y psoriasis, encontró apoyo entre las mujeres del grupo Líderes que pudieron relacionarse con su historia.

Junto con otros miembros, García continuó abogando por una prohibición estatal del clorpirifós, un plaguicida altamente tóxico y ampliamente utilizado que presenta riesgos muy altos para los niños, escribiendo cartas, asistiendo a mítines y audiencias, y participando en entrevistas de panel, donde los miembros compartieron sus experiencias personales de cómo el químico los lastimó a ellos y a sus familias. Sus esfuerzos dieron resultado: California, que representaba aproximadamente el 20 por ciento de todos los clorpirifós utilizados en todo el país, acordó eliminar gradualmente todas las fumigaciones de clorpirifós en el estado para fines de 2020. El éxito también sentó las bases para un cambio mayor: en agosto, después de décadas de presión, el gobierno federal siguió el ejemplo del estado al prohibir el clorpirifós en los alimentos cultivados o importados en los Estados Unidos. “No hubiéramos ganado la prohibición sin el apoyo de todos, incluidas las organizaciones nacionales como la Alianza Nacional de Campesinas, dice García. (Alianza Nacional de Mujeres Trabajadoras Agrícolas, cuya cofundadora y directora ejecutiva, Mily Treviño-Sauceda, también cofundó Líderes Campesinas)

La lucha de Líderes en contra de los plaguicidas (que aún es una batalla en curso, dado el uso generalizado de estos productos químicos) es parte de la tradición del grupo de impulsar el cambio para garantizar las necesidades básicas y los derechos humanos fundamentales de los trabajadores agrícolas. Debido a que muchos trabajadores son indocumentados, pueden no tener mucha educación formal o han sido condicionados como las mujeres a sentir que sus ideas no son valiosas, el grupo proporciona una red de seguridad para el apoyo y la validación de las experiencias compartidas. “A medida que nos hacemos más grandes y fuertes, más y más mujeres han podido levantar la voz”, dice la directora de operaciones Irene de Barraicua. Los miembros de Líderes también se han organizado en torno a temas como la violencia doméstica y laboral y la discriminación de género.

Más recientemente, el grupo se ha centrado en las injusticias en su comunidad que se han visto exacerbadas por la pandemia del COVID-19, incluidas las condiciones de vida y de trabajo inseguras (empeoradas por la crisis climática), los bajos salarios, la escasa seguridad laboral y la condición migratoria vulnerable. A pesar de los serios riesgos a lo largo de la pandemia, Ruiz y sus compañeros de trabajo continuaron llegando al trabajo, donde sus empleadores a menudo asumían una responsabilidad inadecuada por su cuidado, no les proporcionaban suficiente equipo de protección personal, como máscaras y guantes, o no ponían medidas de distanciamiento social. Muchos trabajadores continuaron trabajando en grupos de hasta 60 personas, cosechando productos uno al lado del otro. Desde el inicio de la pandemia, el virus ha infectado a más de 70.000 trabajadores agrícolas en California, lo que representa más del 9 por ciento de todos los casos en el estado.

Líderes Campesinas y profesionales de la salud concientizando sobre el COVID-19 y sobre los derechos de los trabajadores en el condado de Yolo
Credit: Cortesía de Líderes Campesinas

Así que Ruiz y sus compañeras de Líderes tomaron cartas en el asunto. Distribuyeron máscaras en los campos, informaron a los trabajadores sobre los protocolos de seguridad y entregaron alimentos a los miembros de la comunidad en cuarentena. A fines de 2020, su enfoque de respuesta a la pandemia se trasladó a los esfuerzos de vacunación. Como parte del Programa de Trabajadores de Salud Comunitarios VIDA (Distribución Integrada de Virus de Ayuda), más de 100 trabajadores comunitarios de salud, incluida Ruiz, han estado distribuyendo información sobre las pruebas y vacunas del COVID-19, y animan a los trabajadores agrícolas reacios a aprovechar las protecciones cruciales que la inyección ofrece. Se enorgullece de haber trabajado en un centro de vacunación emergente, uno entre las docenas de miembros de Líderes en todo el condado de Monterey, donde al menos 4,000 residentes locales fueron inmunizados contra el virus.

“El COVID-19 ha demostrado cuán valiosa es nuestra red y la importancia de seguir creciendo”, dice de Barraicua. “Realmente se necesita a las mismas personas de la comunidad, las comunidades más afectadas, para superar esta pandemia”.

De hecho, las trabajadoras agrícolas que son líderes han trabajado incansablemente durante el último año y medio para asegurarse de que las personas en los Estados Unidos tengan comida en sus mesas y que sus compañeros de trabajo y comunidades permanezcan lo más seguros posible. Pero incluso cuando sus roles se celebran como esenciales, muchos todavía viven con miedo como inmigrantes indocumentados, preocupados por la deportación y enfermarse sin beneficios básicos como atención médica.

“Estamos aquí y estamos haciendo todo este trabajo, pero no se nos da el camino para estar aquí legalmente y criar a nuestras familias sin el temor de que algún día seamos separados”, dice Ruiz. “Definitivamente agradeceríamos que nuestro gobierno también nos viera como esenciales”.

Irene de Barraicua (izquierda), directora de operaciones de Líderes Campesinas, realizando actividades de concientización en el condado de Yolo
Credit: Cortesía de Líderes Campesinas

Suguet López, directora ejecutiva de Líderes Campesinas, reconoce que su comunidad ha ganado un reconocimiento cada vez mayor desde que el virus se afianzó por primera vez y nos recordó las formas en que todos nosotros, en todo el país y el planeta, estamos conectados. Pero, dice, “solo esperamos que esta nueva idea de que los trabajadores agrícolas son esenciales se mantenga más allá de la pandemia y que realmente reconozcamos su humanidad. Son fundamentales para la economía y para llevar comida a nuestras mesas, eso sí. Pero también son esenciales para sus comunidades y sus familias. Son seres humanos que importan.


Esta historia de NRDC.org está disponible para republicación en línea por los medios de comunicación o las organizaciones sin fines de lucro bajo estas condiciones: El escritor/la escritora debe ser acreditado/a con el nombre del autor/autora; debe tener en cuenta de manera prominente que la historia fue publicada originalmente por NRDC.org y tiene un enlace al original; la historia no se puede editar (más allá de cosas simples como elementos de tiempo y lugar, estilo y gramática); no puedes revender la historia de ninguna forma ni otorgar derechos de republicación a otros medios; no puedes volver a publicar nuestro material al por mayor o automáticamente, debes seleccionar historias individualmente; no puedes volver a publicar las fotos o gráficos en nuestro sitio sin un permiso específico; debes enviarnos una nota para informarnos cuando has utilizado una de nuestras historias.

Related Stories